
En los momentos difíciles, cuando nos sentimos solos, desamparados, cuando nos parece que ya no podremos salir adelante, hay quienes están dispuestos a echarnos una mano. Se trata de los ángeles, amigos inseparables de los hombres y mujeres que acuden a ellos en busca de protección. Para las criaturas aladas, todo puede solucionarse. Asistir a quienes los invocan es su misión y están decididos a vencer cualquier obstáculo con tal de que sus protegidos vivan en paz y sean felices. De modo que no lo dude.
Aparecen cuando creemos que todo está perdido. Su presencia ilumina, purifica, infunde energía... Gracias a ellos, podemos empezar de nuevo en el amor, en el trabajo, en el estudio. Jamás nos dejan caer y siempre están dispuestos a salvarnos. No se dé por vencido, acuda a los ángeles y deje que ellos le muestren el camino.
Si cree estar en un callejón sin salida,si cree que todo lo que ha construido está a punto de derrumbarse, invoque a los mensajeros divinos y déjelos trabajar.
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